Sinopsis:
Unidos como uno para amarse, para honrarse o para arder. Dos años atrás, Louise le Blanc huyó de su aquelarre y se refugió en la ciudad de Cesarine, donde renunció a la magia para vivir de lo que pudiera robar. Allí, cazan a brujas como Lou. Les temen. Y las queman. Como cazador de la Iglesia, Reid Diggory ha vivido su vida bajo una regla: «No permitirás que ninguna bruja viva». Pero cuando Lou realiza una gran artimaña, tanto ella como Reid se ven obligados a aceptar una situación impensada: el matrimonio. Lou, incapaz de ignorar sus sentimientos que son cada vez más fuertes, pero sin poder cambiar quién es, Lou debe elegir. Asesino de brujas: la bruja blanca se desarrolla en un mundo de mujeres empoderadas, magia oscura y donde los romances son fuera de serie. Cuando lo termines de leer, querrás más.
Opinión personal
En un mundo donde las brujas son acechadas y perseguidas para ser quemadas en la hoguera, Lou debe vivir en el bajo mundo para no ser descubierta. Junto con su amiga Coco andan por lo sitios por los que ninguna mujer respetable se haría ver jamás. Lou está muy bien viviendo así, pasando desapercibida y sobre todo sin que ELLA la encuentre, alguien de quien huye desde hace tiempo
Su vida va muy bien (lo más bien que puede ir) hasta que choca con Reid, un cazador de brujas para el rey y el arzovispo, y por un situación en particular es obligada a casarse con él y a mudarse a donde viven todos los cazadores. Con la creencia de que allí pasará más desapercibida y podrá practicar en un lugar donde abunda el olor a magia, Lou decide aceptar el matrimonio, pero no esperaba que estar ahí podría ser más peligroso y sobre todo, no esperaba que podrían surgir sentimientos hacia Reid, quien si supiera lo que ella es, no tardaría en llevarla a la hoguera