El día que dejó de nevar en Alaska - Alice Kellen

Sinopsis:

Un chico con el corazón de hielo.
Una chica que huye de sí misma.
Dos destinos que se cruzan.
Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.
Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.
La nieve empieza a derretirse.
Y todo encaja.

OPINIÓN PERSONAL

No sabía qué era lo que necesitaba pero al parecer era leer esta historia y llegó en el momento indicado. A veces necesitamos escapar, pero no podemos hacerlo o no sabemos cómo y a través de esta historia pude hacerlo, pude escaparme a Alaska con Heather y darme un respiro, de la realidad, de todo.

La historia nos narra la vida de Heather Green, una chica de San Francisco que necesita escapar de ciertas cosas de su vida, de su pasado y presente; así que impulsivamente compra un boleto de avión a Alaska con la esperanza de desaparecer y de huir de sus problemas, lo que no sabe es que terminará encontrándose a ella misma, a la persona que no sabía que era.

Heather me encantó de principio a fin, en ningún momento pensé "que tonta" o "qué débil" sino que me sorprendía cada vez más, ella es la prueba viviente de las consecuencias que pueden tener las amistades tóxicas y cómo pueden hacer que termines perdiéndote a ti mismo al punto en que ni siquiera te conozcas y te engañes a ti mismo día a día; al punto en que temas descubrirte por miedo a lo que puedas encontrar...

Nilak es alguien enigmático y único, me hacía contradecirme muchas veces. De todos los personajes masculinos que he leído en libros románticos (y son muchos) jamás había leído a nadie como él. En los primeros capítulos no dice una sola palabra que nos haga ver quién es él, es de los que callan y prestan atención a lo que pasa a su alrededor, y creo que eso hizo que despertara tanto mi interés en él, eso y todos los secretos que se veía que obviamente tenía.

Quería descubrirlo, saber qué hizo que se convirtiera en esa persona tan, tan... No sé tan que, solo quería terminar el libro de una vez para saberlo todooo pero a la vez no quería terminarlo porque estaba disfrutando muchísimo la lectura, me metí de cabeza en ella y no quería salir a la realidad; en serio, en los dos días que me demore leyendo este libro me di cuenta de cuanto necesitaba escapar, no sé si les pasa pero a veces todo es demasiado y lo único que necesitamos en un respiro de todo, parar el tiempo y despejarnos, hacer que todo sea diferente; y a falta de poder hacerlo en la realidad lo hacemos con los libros.

Mediante pasaban las páginas e iba leyendo más a Nilak me di cuenta que me estaba volviendo adicta, a sus sonrisas, a los pequeños gestos y a las pequeñas cosas que hacía que sin darse cuenta me revelaban más de él. Quería que el libro fuera eterno para así nunca dejar de leerlo a él.

No sé si fue por mi situación actual o mi estado de ánimo pero conecté muchísimo con este libro y con sus personajes, me transporté a Alaska, a los lugares y momentos. Este libro entró en la categoría de mis favoritos y espero, no muy lejos poder releerlo.

La historia de Heather y Nilak no es fácil, ellos deben enfrentarse a sí mismos y a todos sus conflictos internos. No se enamoran el uno del otro desde el principio, típico instalove, sino que empiezan a pasar mucho tiempo juntos dándose cuenta de lo mucho que parecen entenderse y de que ninguno es lo que el otro esperaba. Me encanta como su relación se cuece lentamente y cuando menos se dan cuenta, están atrapados y no pueden negar lo que han pasado juntos y cómo se han ayudado mutuamente.

Es una historia sobre segundas oportunidades, a otros y a nosotros mismos; una historia donde al parecer todo el mundo tiene secretos pero aún así hacen todo lo posible por salir adelante. Una historia que me partió el corazón porque ¿qué haces cuando no puedes más con la culpa? ¿Qué haces cuando te da miedo mirar dentro tuyo por miedo a no encontrar nada?

"Es la historia de una chica que está perdida y de un chico que ya no quiere encontrarse. Ella es el sol, calor. Él es hielo, Alaska, un corazón congelado en el que siempre está nevando. Pero, a pesar de todo, encajan. Y quizá por eso, los dos crecen como esas briznas de hierba salvajes, ¿te has fijado en ellas? No lo parecen, pero son fuertes. Y no importa el mal tiempo que haga, al final, pese al frío, pese al dolor que arrastran del anterior invierno, siempre se alzan buscando la luz del sol."

-Kat